En los últimos días, las redes sociales se han llenado de imágenes y titulares sobre un supuesto hallazgo: conejos… ¡con tentáculos! Aunque la idea suena más a una criatura sacada de una película de ciencia ficción, la historia tiene un origen bastante curioso.
Todo comenzó cuando un usuario de fotografía de naturaleza compartió en un foro imágenes de un conejo silvestre que, aparentemente, tenía extensiones tentaculares saliendo de su cabeza y cuerpo. Sin embargo, al analizar las imágenes más de cerca, los expertos aclararon que no se trataba de un nuevo híbrido animal, sino de un fenómeno conocido como “virus del papiloma en lagomorfos” o tumor de Shope. Esta rara condición provoca el crecimiento de masas cornificadas que, a simple vista, pueden parecer cuernos, ramas… o, en este caso, tentáculos.
El virus es inofensivo para los humanos, pero puede afectar gravemente la salud del animal. Los conejos infectados suelen presentar dificultades para alimentarse y moverse, lo que reduce su esperanza de vida en estado salvaje.
Aunque los titulares alarmistas han hecho que más de uno imagine un ejército de conejos mutantes, la realidad es que estamos ante un recordatorio de lo fascinante —y a veces extraño— que puede ser el mundo natural. Y, como siempre, detrás de cada foto viral hay una historia científica que vale la pena contar.
📌 Dato curioso: Esta misma condición inspiró, hace décadas, las leyendas del jackalope, un mítico conejo con cuernos muy popular en el folclore estadounidense.
Redacción: #TQHTeam