¿Sabías que tu mejor aliado para dormir puede tener cuatro patas y un hocico húmedo? Un estudio de Canisius College en Buffalo, Nueva York, analizó los hábitos de casi 1 000 mujeres y descubrió que quienes comparten la cama con su perro disfrutan de noches más reparadoras que con un compañero humano o incluso un gato.
Los investigadores preguntaron a 962 propietarias cómo calificaban la calidad de su sueño y cuántas veces se despertaban por la noche. El resultado: dormir al lado de “Fido” se tradujo en menos interrupciones, mayor sensación de confort y seguridad, y hasta un despertar más puntual por la mañana.
¿Por qué los perros ganan la partida? Según los autores, los canes suelen ser menos impredecibles que las parejas humanas: se mueven menos y sus jadeos nocturnos rara vez alcanzan el volumen de una discusión de madrugada. Además, la responsabilidad de sacar al perro a pasear fomenta horarios más constantes, un factor clave para un buen descanso.
Eso sí, antes de invitar a tu peludo al colchón, toma nota de estas recomendaciones:
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Evalúa el tamaño: en camas muy reducidas, un chihuahua puede caber; un gran danés, no tanto.
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Revisa alergias y pelaje: limpia la ropa de cama con regularidad para evitar brotes de estornudos.
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Establece reglas claras: si quieres que duerma a tu lado pero no encima de tu almohada, ¡sé firme desde el día uno!
Al final, la ciencia respalda lo que muchos dueños de perros ya sabían: un compañero de cuatro patas a tu lado puede ser la receta perfecta para despedirte del insomnio. ¿Te animas a probarlo?
Redacción: #TQHTeam