Después de más de dos décadas sin cambios en este aspecto, Gmail comienza a desplegar una de las funciones más solicitadas por sus usuarios: la posibilidad de modificar el nombre de usuario de una cuenta de correo electrónico. Algo que durante años fue considerado imposible dentro del ecosistema de Google, finalmente empieza a hacerse realidad.
Hasta ahora, crear una cuenta en gmail.com implicaba aceptar que ese nombre de usuario sería permanente. Si lo elegías mal, si dejaba de representarte o si lo habías creado hace años con fines informales, la única opción era abrir una cuenta nueva y migrar correos, contactos y servicios vinculados. Un proceso largo y poco práctico.
Con esta nueva función, Google busca dar mayor flexibilidad y control sobre la identidad digital de los usuarios. El cambio permitiría actualizar el nombre visible del correo sin perder el historial de mensajes, configuraciones ni servicios asociados como Google Drive, Calendar o Fotos.

Aunque el despliegue se está realizando de forma gradual y aún no está disponible para todas las cuentas, se espera que llegue primero a usuarios personales antes de extenderse a cuentas empresariales y educativas. Google también ha señalado que habrá ciertas limitaciones, como la disponibilidad del nuevo nombre elegido y medidas para evitar suplantación de identidad.
Este movimiento representa un cambio importante en la forma en que gestionamos nuestra presencia digital. En un entorno donde el correo electrónico sigue siendo clave para el trabajo, los trámites y la vida diaria, poder actualizarlo sin empezar desde cero es un avance significativo.
Gmail no solo se adapta a las necesidades actuales, sino que responde a una demanda histórica de sus usuarios. Una función sencilla, pero con un impacto enorme.
Redacción: #TQHTeam

