La Casa Blanca firmó —el 24 de noviembre de 2025— una orden ejecutiva que da origen a la “Misión Génesis”, un ambicioso plan nacional para usar inteligencia artificial (IA) como motor central de la investigación científica en Estados Unidos.

Bajo este proyecto, Departamento de Energía de los Estados Unidos (DOE) y sus 17 laboratorios nacionales integrarán supercomputadoras, bases de datos federales y tecnologías de IA para crear una plataforma única de experimentación científica. Con esa infraestructura, se podrán entrenar “modelos fundacionales científicos”, lanzar agentes de IA que automaticen diseños experimentales, realizar simulaciones avanzadas y generar modelos predictivos — desde el plegamiento de proteínas hasta dinámica de plasma nuclear.

El objetivo: acelerar descubrimientos que antes tomaban años, incluso décadas, de forma sustancial, reduciendo tiempos de investigación a días u horas. Además, la misión buscará apoyar sectores clave como biotecnología, energías limpias, semiconductores, ciencia cuántica y manufactura avanzada.

La Misión Génesis marca un giro importante en cómo se entiende la ciencia moderna: ya no como un esfuerzo fragmentado y lento, sino como un proceso acelerado gracias a la IA. Esto podría derivar en avances en medicina, energía, materiales, y más — aunque también plantea preguntas sobre el control de datos, seguridad nacional y equidad en el acceso a resultados científicos.

 La Casa Blanca apuesta fuerte por fusionar recursos federales, supercomputación e inteligencia artificial para reimaginar la investigación científica, con la promesa de transformar la forma en que descubrimos, innovamos y resolvemos problemas globales.

Redacción: #TQHTeam