Cuando se habla de criptomonedas, mucha gente piensa en precios que suben y bajan como una montaña rusa. Pero hay un tipo de cripto que, en teoría, viene a calmar las aguas: las stablecoins.

Entonces… ¿qué es una stablecoin?

Es una criptomoneda, sí, pero con un twist: su valor está atado a algo estable, como el dólar, el euro o incluso el oro. La idea es simple: mientras otras criptos pueden cambiar de precio en minutos, una stablecoin busca mantenerse siempre en el mismo valor.

Por ejemplo, una de las más conocidas es USDT (Tether), que siempre intenta valer 1 dólar. O sea: un USDT = 1 dólar. Esa es la promesa.

¿Y para qué sirven?

• Para moverse en el mundo cripto sin tanto riesgo de volatilidad.

• Para hacer pagos o transferencias internacionales rápidas y baratas.

• Para proteger valor en países con inflación alta (¡hola, Latinoamérica!).

• Para invertir o ahorrar sin pasar por bancos tradicionales.

¿Son 100% seguras?

No exactamente. Aunque son más estables que otras criptos, todo depende de quién la emite y cómo la respalda. Algunas están bien reguladas y tienen reservas claras; otras… no tanto. Por eso, siempre es buena idea investigar antes de usarlas.

Las stablecoins son como el primo tranquilo del Bitcoin. No buscan volverse millonarias de un día para otro, pero sí ofrecer una forma más estable de usar el mundo cripto. Y aunque no están exentas de riesgos, pueden ser una herramienta útil si se usan con cabeza.

Redacción: #TQHTeam