El volcán Etna, en Sicilia, Italia, volvió a hacer de las suyas esta semana con una nueva erupción que, aunque impresionante, no tomó por sorpresa a las autoridades. Este gigante europeo es uno de los volcanes más activos del mundo, y lo que ocurrió forma parte de su comportamiento habitual.
La erupción lanzó columnas de ceniza y material volcánico a varios kilómetros de altura, lo que llevó al cierre temporal del aeropuerto de Catania, una de las principales ciudades de la zona. También se reportó caída de ceniza en pueblos cercanos, pero hasta el momento no se han registrado heridos ni daños graves.
Las autoridades italianas activaron los protocolos de seguridad, como ya lo han hecho en ocasiones anteriores. La población local está acostumbrada a estos eventos y sabe cómo actuar. Aun así, no deja de ser un recordatorio del poder de la naturaleza y de lo importante que es estar preparados.
El Etna no está en peligro de causar una catástrofe inminente, pero sigue siendo monitoreado de cerca por expertos. Su actividad, aunque frecuente, es vigilada para prevenir cualquier riesgo mayor.
El Etna habló fuerte, pero sin causar pánico. Un espectáculo natural que recuerda que la Tierra está viva… y que hay que escucharla.
Redacción: #TQHTeam