El pasado fin de semana, Kendrick Lamar se presentó en el Estadio GNP Seguros de la Ciudad de México y dejó claro por qué es considerado uno de los artistas más influyentes de la música actual. Aunque el concierto no alcanzó el famoso “sold out”, eso no fue impedimento para que el público viviera una noche intensa, llena de energía y momentos memorables.

Desde que salió al escenario, Kendrick mostró su poderío artístico con un show que mezcló lo mejor de sus discos, entre beats contundentes, visuales impactantes y una puesta en escena que conectó con miles de fans. El rapero no solo interpretó sus grandes éxitos, también regaló momentos íntimos en los que el público coreó cada palabra como si se tratara de un himno generacional.

La respuesta de la gente fue una locura: saltos, gritos y una vibra que convirtió el estadio en una celebración colectiva. La ausencia de un “sold out” pasó a segundo plano, porque lo que realmente brilló fue la intensidad del espectáculo y la entrega tanto del artista como de los asistentes.

El concierto de Kendrick Lamar en CDMX demostró que la fuerza de un show no se mide en boletos vendidos, sino en la experiencia que logra crear. Y en este caso, fue una de esas noches que se quedan grabadas en la memoria de quienes estuvieron ahí.

Redacción: #TQHTeam